Incitaciones TransfeministasLos transfeminismos han operado como incitadores al pensamiento y a la acción, desplegando un movimiento heterogéneo cargado de tensiones y diferencias, signado por su urgencia y una marea indetenible. Su masividad está transfigurando de manera irreversible la noción y la práctica de lo político en buena parte del mundo, alimentando la posibilidad de subjetividades emancipadas, a la vez que es atacado por la creciente oleada de nueva reacción. Incitaciones transfeministas es el resultado de la reunión de conocimientos y prácticas intelectuales, activistas y artísticas procedentes del amplio y disímil territorio latinoamericano, sobre los que Ileana Diéguez y Ana Longoni convocan a reflexionar desde la Cátedra Pensamiento situado (México) y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España).

 

Autores Coordinadoras de la colección: Ileana Diéguez y Ana Longoni. Autoras: María Galindo, val flores, Guillermina Mongan, Fernanda Carvajal, Dodi Tavares Borges Leal, Sebastián Calfuqueo, Red de Juventudes Trans Mexico, Alessa Flores, Jessica Marjane Durán Franco/Infinita, Lía García, Lorena Wolffer, Natalia Revale, Sol Henaro, Elva Peniche, Cerrucha, LASTESIS, Rita Segato

 

*****************

 

Ficha del libro:

 

Título: Incitaciones Transfeministas

Año: 2021

Páginas: 200

Idioma: Español

Edita: Ediciones DocumentA/Escénicas (Argentina), Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España) y Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa (México)

 

************************

 

Latinoamérica, nudo de emancipaciones

 

Por Ariel Schettini

 

Publica Revista Ñ

 

Hace unos años, la filósofa norteamericana Judith Butler, después de pensar las relaciones entre identidad y performance individual en la cultura, percibió una constante cultural de la modernidad. Ella es que, en determinados momentos, en determinados enclaves culturales, cruces de tiempo, espacio que determinada la cultura, aparecen unos “cuerpos que importan”. Es decir, una serie de individuos que, nombrados por la cultura, agrupados, definidos, asediados, escrutados son portadores de unos cuerpos que la sociedad necesita juzgar, evaluar y observar. Siguiendo una huella que fue forjada por Foucault, sobre todo el Foucault de la Historia de la Sexualidad, pero que discute casi todos sus términos, hemos atravesado la época en la que el cuerpo regulado y reglamentado era el del niño que se vincula con la masturbación, el del hombre homosexual, o el de la mujer histerizada. Esas eran las formas en las que se expresaba la sociedad victoriana. Pero en cada época toma formas diferentes.

 

El conflicto o el sometimiento que sufren esos “cuerpos” sin duda, tienen distintas duraciones. Los cuerpos femeninos, por ejemplo, son sometidos a la evaluación o a la celebración cultural, prácticamente desde que se puede pensar en la relación entre cultura y otredad. Aún así, la pregunta con la que nos interpela Hanna Arendt en Orígenes del totalitarismo y que todavía queda como interrogación para la relación entre las personas y los estados: ¿quiénes tienen derecho a la ciudadanía? Y otra cosa, ¿por qué la ciudadanía, que supone una relación de igualdad entre sus sujetos, se distribuye de maneras tan inequitativas en la sociedad? ¿Quiénes tienen derecho a dar y quitar ese estado y cómo se resuelven los temas de la agresión, la violencia, la manipulación y el usufructo del estado? Es decir, ¿en qué momento el Estado regula sobre los cuerpos o hace que lo que no forma parte de sus preocupaciones o reivindicaciones sea resuelto por la policía?

 

Esos temas, es decir, la posibilidad abierta de que no todos seamos considerados igualmente ciudadanos por el mismo Estado, es una pregunta abierta.

 

De acuerdo con Arendt, es un tema que se desató como pregunta luego de la primera guerra mundial en Europa. Y es desde allí que nos seguimos preguntando en qué lugares trabajamos por las fuerzas de la democracia, y en cuáles permitimos el triunfo de los totalitarismos.

 

Incitaciones transfeministas es el resultado de una serie de cuestionamientos que se hicieron desde la fundación de la cátedra relativamente nueva, “Pensamiento situado. Arte y política desde América Latina”. Un espacio institucional, internacional, impulsado desde la Universidad Autónoma Metropolitana de Cuajimalpa (México) y el Museo Reina Sofía de Madrid (España). Desde allí se trabajan una serie de presentaciones, trabajo con imágenes e instalaciones, poemas/ manifiestos, análisis, críticas y debates que tratan de pensar, desde esta perspectiva transdisciplinaria y militante, las posibilidades de repensar los espacios institucionales desde donde se produce, el tratamiento de las subjetividades que producen y las acciones de los grupos que pueden llevar adelante, desde esos lugares de trabajo alguna transformación de las condiciones de vida.

 

En los trabajos presentados en este libro se debate una diversidad de temas que van desde la redefinición del campo (que sería preguntarse cuál es ese nuevo sujeto que podemos llamar mujer y que incluye una cantidad de comportamientos, acciones, performances sociales y opresiones) pero también se cuestiona el lugar de los feminismos y sus militancias, que a esta altura incluyen desde la reflexión sobre los problemas de las refugiadas políticas, hasta las publicidades de desodorantes. María Galindo, en el artículo “La jaula invisible”, nos exhorta a reflexionar sobre el uso ilegítimo del feminismo en el mercado que supone cuentas de bancos destinadas a mujeres, empoderamiento de los maquillajes, gobiernos que aprovechan el momento para enmascararse en la igualdad como forma de la corrupción, y otras barbaridades que generan confusión en los trabajos reales, honestos de muchas mujeres que efectivamente buscan un cambio real.

 

En otro artículo se plantea la relación entre las luchas posibles que puede haber entre géneros, razas, clases, y cualquier otra forma de clasificación que necesitan los Estados para dosificar sus modos de distribuir la riqueza que es, en su definición, parte de todos.

 

Otros textos, menos argumentativos y más performáticos, intentan mostrar producciones planteadas desde el colectivo feminista y reflexionar sobre los imperativos opresores de las mujeres. Desde la crítica al imperativo biológico o histórico que plantea un supuesto “deber ser” de una mujer, hasta la reflexión sobre el resultado de los últimos movimientos feministas globales que releen la tradición para reflexionar, transformarla y reconducirla. Pero una de las inflexiones más interesantes de este libro es que trata de pensar desde este espacio que está siempre en estado de construcción y que no podemos definir de otro modo como el “lugar de la emancipación” que llamamos América Latina, que podrá no tener una definición precisa, pero tiene sin dudas un destino en común; en cierto sentido, igual que los feminismos del presente.

 

Estamos en un momento de mucha confusión y algunas de las presentaciones de este libro pueden ser muy valiosas para reflexionar sobre temas candentes y que nos interpelan constantemente, como el nuevo rol de las mujeres en este siglo. Muchas personas se sienten violentadas, muchas querrían ignorar los cambios que son efectivamente reales, y muchos aprovechan el momento para, en medio de la confusión general, corromperse, hacer uso falseado de objetivos que son intrínsecamente nobles, o frivolizar luchas honestas. Este libro puede ser un buen instrumento para continuar con el debate y buscar, aunque sea de manera precaria y efímera, alguna verdad.